Quito, 10 de julio de 2023
Autocratización: conceptualización y análisis al Ecuador
Doctorando en la Universidad de Salamanca, en Estado de Derecho y Gobernanza Global, en la línea de investigación de política comparada;
Maestro en Sociología Política por FLACSO-Ecuador;
Maestro en Gobierno por la UASB-Ecuador.
El debate contemporáneo sobre el aumento de regímenes autoritarios en el siglo XXI abre al menos tres líneas de trabajo para la ciencia y sociología políticas. Primero, una definición de la autocratización ampliamente aceptada por los expertos a nivel global. Segundo, una operacionalización de la definición conceptual para volverla medible y manejable en contextos académicos y mediáticos. Tercero, las bases de datos y unidades de medida empleadas para analizar el fenómeno. Cada tema tiene sus propios debates internos. Pasemos revisión al primero.
Dos propuestas analíticas destacan en el debate, la primera sugiere definir la autocratización como un proceso negativo que implica la reducción de los estándares de la democracia, la segunda como un proceso que aumenta los poderes en el jefe de gobierno. La primera propuesta está vinculada al trabajo de los intelectuales del Varieties of Democracy Institute (V-Dem) y la base de datos que ellos manejan (Lührmann, Lindberg y colaboradores). La segunda es planteada por intelectuales italianos que acumulan una tradición analítica del poder político con base en Sartori, Linz y otros clásicos del autoritarismo (Cassani, Tomini y otros). Los primeros sostienen que los regímenes políticos en el mundo están pasando por una ola de autocratización. Los segundos señalan que esos procesos no están vinculados a ninguna ola sino a trayectorias históricas vinculadas a, por ejemplo, la Guerra Fría y sus secuelas sobre control de territorio y población. La guerra Ucrania-Rusia estaría explicada por este segundo factor más que por el primero.
Ahora bien, sea parte de una ola o de otros procesos históricos, los regímenes de gobierno están pasando por tendencias autoritarias. En América Latina se ha intentado explicar este fenómeno con ayuda de marcos analíticos vinculados al populismo, este es un aporte al debate desde los estudios latinoamericanistas, pero sus interpretaciones con base en el análisis del discurso son menos contundentes que las bases de datos de V-Dem, Freedom House o The Economist.
Cassani y Tomini han reconocido al Ecuador como un caso de resiliencia democrática debido a que su trayectoria de autocratización tendía hacia niveles mucho más reducidos de calidad hasta 2016, pero desde entonces sus indicadores han cambiado. Si bien los datos son coherentes, conviene analizar si esa trayectoria tiene alguna similitud a valores anteriores a inicios de siglo. También es importante distinguir entre el componente liberal y el electoral que V-Dem usa para describir la calidad de la democracia.
Los valores de V-Dem van en un continuo entre 0.00 y 1.00, con una sensibilidad alta respecto a los cambios en los regímenes de gobierno. Los valores superiores a 0.50 implican que los requisitos de calidad democrática se cumplen. Pero, no es lo mismo que las reglas electorales y las elecciones se cumplan según el estado de derecho, que las libertades civiles y políticas, así como equilibrio de poderes lo hagan. Para distinguir estos aspectos V-Dem usa índices distintos que agregan indicadores diferentes, veamos los datos descriptivos de los componentes electoral y liberal de la democracia ecuatoriana.
Fuente: Elaborado por el autor con base en V-Dem, versión 13.
Fuente: Elaborado por el autor con base en V-Dem, versión 13.
El Índice de Democracia Electoral recoge la información de la democracia mínima, lo que Dahl llamó poliarquía, mientras que el Índice de Componente Liberal captura el respeto al estado de derecho y aspectos de la responsabilidad horizontal entre poderes estatales, prestando atención al aumento del poder ejecutivo. Ambas variedades de democracia son similares en sus variaciones temporales, pero los niveles de rendimientos son muy diferentes.
El caso ecuatoriano muestra que el respeto de las leyes electorales después del retorno a la democracia (sobre 0.5 entre 1980 y 2022) no garantiza el estado de derecho, la responsabilidad horizontal o ni los límites al poder ejecutivo, esto se puede ver en la trayectoria del componente liberal e institucional de la democracia (debajo del 0.5 entre 2007 y 2016).
En el año 2023, Ecuador enfrenta un episodio de inestabilidad política que ha tenido una salida constitucional: la muerte cruzada. ¿Este desenlace a la crisis es parte de la institucionalidad democrática? ¿Refuerza el desempeño de las capacidades estatales o lo debilita? En principio, la incertidumbre y los cambios sociopolíticos que tendremos en los próximos 18 meses no contribuyen con los indicadores de estabilidad institucional, frente a ello no importa mucho que las leyes electorales se cumplan al 100%, observemos que después del año 2017 las elecciones son más libres y justas; pero, las instituciones políticas van de tumbo en tumbo.
Los datos fueron tomados de la base de datos de V-Dem, versión 13, publicados en marzo del año 2023. Los gráficos se realizaron en “R 4.3.1 ” en la interfaz “RStudio 2023.06.0”.